El cáncer gástrico es un tipo de cáncer que se presenta en el revestimiento interno del estómago. Puede desarrollarse en diferentes segmentos de este órgano y producir diferentes síntomas.
“Este es el cuarto cáncer más común en el mundo y en Chile es la primera causa de muerte por cáncer en hombres. Parte de esta elevada mortalidad es debida a que más del 80% de los pacientes son diagnosticados en etapas avanzadas, lo que dificulta su tratamiento y empeora su pronóstico”, explica la doctora Alejandra Menéndez, gastroenteróloga de Clínica INDISA.
Las causas exactas del cáncer gástrico no se conocen, aunque se sabe que existen factores de riesgo que favorecen su aparición. Algunos de estos son los nutricionales: una dieta rica en productos ahumados baja en frutas y verduras frescas y alta en concentraciones de nitratos. Por otra parte, se considera también la mala preparación de los alimentos, la falta de refrigeración y aguas en mal estado.
“Además, la contaminación del estómago inclusive a edades tempranas con la bacteria llamada Helicobacter Pylori, que produce inflamación crónica del estómago favoreciendo en algunas personas la aparición de cambios que llevaran al desarrollo de cáncer gástrico. Y también, el tabaco que aumenta el riesgo de desarrollar muchos cánceres, incluido el de estómago”, agrega la gastroenteróloga.
En su etapa inicial, según explica la especialista, esta enfermedad generalmente no produce síntomas, por esta razón en áreas de alta incidencia, como nuestro país, se debe considerar el estudio preventivo en pacientes de riesgo. “En Chile es recomendable para las personas mayores de 40 años –especialmente hombres– con síntomas digestivos altos (dolor abdominal, náuseas, etc.) y con historia de familiares de primer grado, como padres y hermanos con cáncer gástrico”, explica la especialista de Clínica INDISA.
A medida que avanza la enfermedad, algunos síntomas de alerta pueden ser, por ejemplo, pérdida de peso, náuseas, dificultad para tragar, vómitos, vómitos con sangre, dolor o malestar de estómago, sensación de estar satisfecho a pesar de haber comido poco, sangre en las heces, heces oscuras y alquitranadas, entre otros.
“Estos síntomas pueden ser atribuidos a cáncer gástrico (habitualmente avanzado, cuando ya existen estos síntomas) pero también pueden ser asociados a otras enfermedades consideradas benignas, por ejemplo, ulcera gástrica, por esa razón es muy importante que cuando acudan a control, comenten todos los síntomas con el médico tratante para tener una mejor aproximación a la sospecha diagnóstica”, agrega la gastroenteróloga.
Existen varios procedimientos y exámenes que ayudan a diagnosticar el cáncer gástrico. En primer lugar, es necesario un examen físico apropiado y exámenes de laboratorio, como exámenes de sangre.
“La prueba más común y de mayor utilidad, es la endoscopía digestiva alta, a través de un endoscopio flexible, que lleva incorporada una videocámara, este se introduce por la boca hasta alcanzar el estómago del paciente permitiendo visualizar alteraciones en la superficie mucosa gástrica”, agrega la Dra. Menéndez.
En caso ser necesario, el médico removerá un trozo de tejido para ser estudiado por medio de una biopsia del tejido sospechoso; además permitirá tomar muestras para la detección de Helicobacter Pylori.
Otras pruebas se realizan por medio de imágenes, como la Tomografía Computarizada (TC), la Resonancia Magnética (RM), el Ultrasonido (Ecografía) o la Tomografía por Emisión de Positrones (PET)”, las que permitirán establecer el grado de severidad y diseminación de la enfermedad, según explica la especialista.
De salir positivos los exámenes y padecer esta enfermedad, el tratamiento puede incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia, terapias biológicas o una combinación de estas opciones. “El especialista determinará junto al paciente el tratamiento apropiado de acuerdo con la etapa en que se encuentre la enfermedad, su ubicación y la condición general del paciente, tanto física como emocional”, explica Menéndez.
Fuente: Bio Bio Chile